domingo, 28 de noviembre de 2010

Perdona pero quiero casarme contigo...

Vuelve a sonreir, y despues aproxima lentamente a ella sus labios.
Su preciosa sonrisa cada vez más cerca. Esas palabras, además... Aún más cerca... Cada vez más.
Cierro los ojos y ya no veo nada, ni con la mente, nio con el corazón, otros días, otras épocas, el mar, los recuerdos. Nada más. Me lanzo por fin, salto y caigo entre sus brazos, y me pierdo. Entre culpa y perdón al mismo tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario